martes, 10 de junio de 2025

Dos poemas y breve reseña de Vocación de náufrago de Nilton Santiago




Vocación de náufrago 

Nilson Santiago

Visor libros

Madrid, 2025


Premio Gil-Albert

XLII Premios Ciutat de València 



Un poemario narrativo que, en ocasiones, puede parecer una colección de pequeños relatos, de microrrelatos en verso, podríamos decir, pero sin el corsé o las ataduras propias de la narrativa convencional, tan ligada a la lógica interna. A veces un giro inesperado, esa flexión del lenguaje poético, nos permite llegar a otro tipo de entendimiento, de observación del mundo que nos rodea. O nos permite llegar a nosotros mismos, a nuestra esencia, a lo que esconden nuestras máscaras. Atisbo una influencia machadiana en la mirada, en ese ojo que ve. Entre la filosofía y la biología, entre lo animal y lo humano, entre lo urbano y lo doméstico, entre la infancia y la vejez, lo filial y la paternidad, entre lo analógico y lo digital, lo prosaico y la lírica, los poemas de Nilton Santiago espían al ser humano en ese laberinto en el que la palabra y el silencio se confabulan. 

Ernesto Escobar Ulloa




 EQUILIBRIOS



Veo las imágenes de un pulpo soñando 

que se come un calamar.

Se sabe que sueña porque, mientras duerme, 

cambia de colores,

los mismos en los que se camufla cuando se alimenta. 


El algoritmo me lleva a otra noticia relacionada 

que habla sobre Inky, un pulpo 

que ha escapado por las tuberías de un acuario 

y ha vuelto al mar. 


¿Habría estado soñando con volver? 


Dejo el móvil sobre la mesita de noche 

–que sigue mostrando un reel del desaparecido Inky– 

y voy al cuarto de baño. 


Miro sobre el espejo 

esa parte de mí que me «representa»

–pero que no soy– 

hasta que se diluye. 


Lo sé porque veo aparecer al pulpo que habita en mí.


Cada uno de sus tentáculos 

actúa como si tuviera una mente propia.


Lo siento en las ventosas de mis manos

cuando intento aclararme la cara 

con agua de mar. 


Tras la máscara, ya sin jabón, veo 

cómo laten en su cabeza transparente 

sus tres corazones.


Todo él es pensamiento y todo él es cuerpo.


Me despierto del susto.

Me había quedado dormido mirando el móvil.


Mientras intento, otra vez, conciliar el sueño, 

no dejo de pensar 

en este raro animal sin huesos

que vive en ese imposible equilibro 

entre corazón y mente.


¿POR QUÉ LOS DÁLMATAS TIENEN MANCHAS?



«¿Cuál es la diferencia entre una vaca y una cebra?».


Apenas tienes tres años 

y las alas –provisionales– de leche. 

«¿No sabes que las cebras son seres negros 

con rayas blancas,

y que, en cambio, las vacas llevan mapas pintados?».


(Claro que no lo sabes, como no sabes que tu padre, 

mi hermano, sigue cayendo 

a pesar de que está justo frente a nosotros).


Me coges la mano y el tiempo se detiene.

No dejas de hacerme preguntas. 

«¿Cuál es la diferencia entre un zorro y un perro?».


«Como nosotros, los perros tienen fantasmas», 

te respondo.

Cojo tus pequeñas manos y las pongo sobre mi pecho.

«Aquí dentro hay un perro –te digo–, 

¿no escuchas sus ladridos?».


«¿Qué sentiste en tu último día de ser niño?».


Como no te respondo, insistes en llamarme.

Seguimos la charla sin hacerte caso.


Te acercas entonces a mi oído: 

«Tú, si te rompes, que sea por las costuras, ¿vale?». 


A diferencia de la vejez, 

la niñez se entierra viva.


 

2 poemas de «Vocación de náufrago» (Visor Libros, 2025), de Nilton Santiago

 

 

Nilton Santiago

 

(Lima, 1979, reside en Barcelona).

 

Sus últimos libros son El equipaje del ángel (Visor 2014), Las musas se han ido de copas (Visor 2015), Historia universal del etcétera (Valparaíso 2019), Miel para la boca del asno (Visor 2023) y, finalmente, Vocación de náufrago (Visor 2025).

 

También autor del libro de crónicas Para retrasar los relojes de arena (Vallejo & Co., 2015), su obra ha merecido, entre otros, un accésit en el Premio Adonáis, el Premio Tiflos de Poesía, el Premio Casa de América, el Premio Emilio Alarcos de Poesía del Principado de Asturias y el Premio Ciutat de València—Juan Gil-Albert.

 

lunes, 21 de abril de 2025

Ribeyro póstumo


Cuentos Reunidos

Julio Ramon Ribeyro

Alfaguara

Madrid, 2024

 

LLLLL


Da gusto ver que en los últimos años se esté revalorizando la obra de Julio Ramón Riberyro. En vida, fue un escritor de perfil bajo, uno de los silenciados por el Boom de la literatura latinoamericana —como otros tantos, la lista es larga: Puig, Reynaldo Arenas, Elena Garro, etc—. Eran razones de índole comercial, de mercado diríamos. Carmen Balcells, la superagente, como la llamaban en su entorno, le dijo a Alida, su mujer, que buscaba que lo fichara en su agencia: “Es un autor sin punch, no tiene pegada, no va a llegar a ningún lado”. Vargas Llosa comentaba que “era una persona desprovista de ambiciones, apetitos. Es el más desinteresado que conocí con respecto a lo que ocurría con su obra, con él mismo”. Ribeyro tampoco estaba en pos de escribir la novela total, polifónica, que retratara la hondura profunda de la vieja y la nueva Hispanoamérica. Ribeyro, aunque escribió tres novelas y algunas obras de teatro, un diario personal y los Dichos de Luder o las Prosas apátridas, entre el aforismo y la reflexión, fue por sobre todo, cuentista. Al inicio de su carrera literaria podría decirse que fue un precursor. La juventud limeña que por entonces leía sus primeros relatos, cuando Ribeyro ya se había marchado a París, lo consideró un faro a seguir. Entre esos jóvenes estaba Mario Vargas Llosa. En ese sentido Ribeyro fue un pionero al romper una lanza por una literatura urbana, realista, alejada del indigenismo, propia de su generación, la del cincuenta, influenciada por la nueva literatura europea y norteamericana, y en su caso, con raíces en el siglo XIX francés, principalmente Flaubert y Stendhal, de quienes Ribeyro fue un gran admirador.  En sus cuentos cobra relieve la vida anodina de los seres sombríos que pueblan las grandes urbes, los marginados, los desheredados, los olvidados, aquellos que carecen de ambiciones, aquellos que han fracasado intentado llevarlas a cabo o aquellos que ni siquiera se han permitido tenerlas. Sus personajes principales son los relegados a un papel secundario en la sociedad. Con el paso de los años fue pergeñando una obra a goteo, pero consistente, pertinaz. Y llegado a la vejez ese goteo había conseguido penetrar la piedra y quebrarla. En el Perú ostenta el estatus del mayor cuentista de todos los tiempos. Poco antes de morir empezaron los reconocimientos a nivel internacional. El primero fue la entrega del Premio Juan Rulfo. Y desde hace unos años estamos presenciando la reedición de su obra y la proliferación de ensayos y estudios sobre el impacto de la misma.

 

Recientemente se publicaron unos cuentos inéditos bajo el título de Invitación al viaje. Fueron encontrados en la residencia de su viuda en París, y se debieron escribir durante la década del setenta. Curiosamente con ellos, como cuenta el editor, Jorge Coaguila, se llega a la cifra de cien relatos publicados, cifra que le ilusionaba alcanzar al autor que en vida sólo llegó a ochenta y siete. Póstumamente han salido a la luz trece cuentos más. 

 


Podríamos decir sin temor a equivocarnos que Ribeyro ha abandonado su condición de relegado del Boom a la de clásico de la narrativa breve en español. Esto lo reafirma un ensayo publicado recientemente bajo el título de Fila para la gloria, de Paul Baudry. El autor de La palabra del mudo habría pasado a ser un clásico a cabalidad, al estar plenamente canonizado en el ámbito escolar, en el canon de los lectores y en el canon de los escritores actuales.



  “¿Por qué queremos tanto a Julio Ramon Ribeyro?” Se preguntaba su amigo y también cuentista Niño de Guzmán, atendiendo al recepción de su obra en el Perú. La respuesta la tiene
 Abelardo Sánchez León: “si Vallejo y Ribeyro caen bien, aunque no se los haya leído, es porque no tuvieron ni tienen en vida una imagen de triunfadores.” La contrapartida sería Mario Vargas Llosa, triunfador en toda regla. En ese sentido los cuentos de Ribeyro adquieren una coherencia que religa al autor, sus personajes y sus lectores.

 

“En sus historias —escribió Niño de Guzmán— se esforzó por recrear las peripecias de los inmigrantes de la sierra a la capital, así como la existencia gris y desesperanzada de individuos de clase media al derrumbe de sus sueños de prosperidad. De ahí su interés por otorgarles una voz a los mudos, es decir a aquellos seres marginales que habían sido excluidos del festín de la vida y condenados a la miseria y a la mediocridad”.

 

En Ribeyro se produce este encaje que se produce también en José María Arguedas: autores que reúnen la costa y la sierra, el campo y la ciudad, el capitalino y el inmigrante, el blanco y el cholo. Lo que hace que la compleja realidad peruana confluya en un mismo autor y esté a su vez le da salida a esa confluencia —a veces dramática, a veces trágica y a veces tragicómicamente— en su obra. Ribeyro lo explica así: “Soy un escritor de clase media. Explico mi situación de clase media como el punto de convergencia entre dos clases diferentes. Por el lado paterno, que era una familia de alta burguesía descendente, y por el lado materno, una familia provinciana emergente. Es decir, en el momento en que estas dos familias se cruzan con el matrimonio de mis padres aparece una zona intermedia, un punto equidistante entre estas dos clases”.

 

A su hermano, que fue una especie confidente, agente literario y relaciones públicas, le pedía anécdotas para sus cuentos. Según los sobrinos de Ribeyro, “El profesor suplente” o “Espumante en el sótano” se basan en experiencias reales de su padre.  


Todo esto está detalladamente contado en el libro Un hombre flaco de Daniel Titinger, que recoge una serie de testimonios de las personas allegadas al autor, que trazan un perfil más cercano, sin el velo del misterio y el hermetismo que lo caracterizó en vida. 



 

El presente volumen, bajo el título de Cuentos Reunidos, publicado recientemente por Alfaguara, reúne noventa y cinco de sus cuentos, ordenados cronológicamente, excepto el primero “Surf” . Incluye un prólogo de Juan Gabriel Vázquez y una introducción del propio autor en la que establece un decálogo de su poética del cuento. Se puede apreciar así al evolución del cuentista, que va de un realismo social o uno más intimista, centrado en la memoria miraflorina, pasando por una serie de temas que trata con maestría, el viaje, la aventura amorosa, la intriga política, la casa familiar, el fútbol, los salones aristocráticos, los muladares, los ministerios y las calles de los barrios populosos. 

 

Solo he de añadir que Ribeyro es un escritor sabio, de prosa cuidada y elegante, y un poder de observación que ilumina aspectos de la psicología de sus personajes así como los de la vida en la ciudad, haciéndonos partícipes de ese otro lado de las cosas, desenmascarando las apariencias y esa ilusión que puede tejer aquello que llamamos realidad. Enseña a mirar la vida con otros ojos, desde otros ángulos. Sus relatos conforman una intervención en la vida cultural, político-social del país y representan una forma de entender la historia reciente y el presente de un pueblo, su idiosincrasia, sus miserias y sus grandezas. Destaco a bote pronto: “Los gallinazos sin plumas”, “La insignia”, “El banquete”, “Al pie del acantilado”, “Espumante en el sótano”, “Tristes querellas en la vieja quinta”, “Silvio en El Rosedal”, “El marqués y los gavilanes”, “Solo para fumadores”, “Alienación” , “Sobre los modos de ganar la guerra” y “Surf”, entre mis cuentos favoritos. Mañana diría otros y pasado otros más.

EEU

 

 

viernes, 18 de abril de 2025

Reseña de This is music




This is music

O historia particular de un infame

Juan Manuel Zurita

Editorial Comba, Barcelona, 2025.


Segunda novela de Juan Manuel Zurita publicada en España por editorial Comba. Arauco, la primera, trataba  de un regreso al pueblo que se abandonó para no volver, un regreso a la casa familiar. El protagonista, un periodista que ha perdido el trabajo y la novia en Santiago, se ve obligado a comerse su orgullo y regresar como una especie de hijo pródigo. “Me daba vergüenza volver. Hacía más de veinte años que, según yo, me había despedido para siempre del pueblo. Lo hice con esa arrogancia que se tiene cuando aún no se sabe nada de la vida”. Y agrega del padre: “¿Qué podía responder si con más de cuarenta años me acogía de nuevo en su casa, empleándome como el asesor que no necesitaba?” Lo que sigue es un reencuentro con el pueblo y la familia que parecía necesario, al tiempo que se inicia una intrigante investigación periodística sobre un crimen fermentado en la historia reciente del pueblo. 





En cuanto a This is music, también hay un desencuentro con los padres. Otra vez se trata de buscarlos para pedirles ayuda a una edad en la que ya no se está para esos trotes. Todo comienza una noche, en una fiesta en casa de Cristóbal, en la que Andrés conocerá a Juanjo. De pronto oye una conversación que se le queda grabada: «una de las parejas acababa de regresar de España tras haber estudiado un máster [ ] se trató de “una experiencia única” —la llamaron así — y que "vivir fuera cambia la mirada de las cosas". Me vi escuchando atento y ya no con una mueca contenida, sino que con un verdadero interés. La idea de irme de Chile se me hizo tan nítida como urgente y subí las escaleras hasta mi departamento con aquello en la cabeza.” Sin embargo al revisar el estado de su cuenta bancaria esa misma noche descubre: «Fue más que obvio que no me alcanzaba, pero más obvio aún es que a ese paso y con ese tipo de empleos nunca me iba a alcanzar.  Ya tendría tiempo de preocuparme de ello. [ ] Mano negra y Fernando Vallejo me hicieron decantar por Barcelona. Orwell y Bolaño tuvieron algo que ver.» En vista de su desfavorable situación económica pide un préstamo bancario. «Aquello no lo comenté con nadie, ni siquiera con mi papá, que me ofreció uno que no me alcanzaba para mucho. Fue uno de los motivos para no comentarle lo del crédito, temí ofenderlo. De todas formas, acepté lo que me ofreció — a fin de cuentas se lo había pedido yo— y me comprometí a pagarle apenas encontrara un trabajo de regreso a Chile». El tema de los préstamos y las ayudas paternas una vez abandonada la juventud se reitera, y se expande al resto de los personajes, estudiantes sudamericanos que acuden a hacer másteres en Barcelona, las diferencias sociales que los separan, los lazos culturales y las ambiciones literarias que los unen. 


Las relaciones de unos personajes que se hallan en esa fase de la vida en la que se deja de ser joven pero la precariedad persiste, la necesidad de seguir estudiando, por el prestigio de los estudios en el extranjero, de los grados y postgrados. Persiste el deseo, por qué no, de vivir el romantizado sueño europeo del Boom y Bolaño, como si el mero hecho de transitar las mismas calles que Vargas Llosa o García Márquez, o vivir en los escenarios donde se fraguaron las aventuras de Pepe Carvalho o emborracharse en los mismos bares que frecuentaban Vila-Matas y Martínez de Pisón lo hicieran a uno contraer el virus de la genialidad o la maestría literaria. 


De ese encanto efímero al que tan frecuentemente se sucumbe trata esta novela, de cómo  muchas de las formas y de las poses están vacías de contenido y no son más que eso, apariencias. Que el desperdicio de dinero en estudios de posgrado y proyectos de revistas literarias rompedoras que nunca se concretan no conducen si no a un camino de perdición sin salida. De ahí el subtítulo de la novela: O historia particular de un infame, que es un guiño, por supuesto, a Historia universal de la infamia, de Jorge Luis Borges, y en particular, podría recordar al segundo de sus relatos “El impostor inverosímil Tom Castro”. En esta novela Zurita nos habla de ese tipo de impostor, de qué manera construye su perfil, de cómo confecciona una narrativa personal, un aura de misterio a medida, que puede engañar a muchos, incluso a su propia madre. Aunque en esta novela falta el genio creador que hay en el cuento de Borges. Es el propio Juanjo Gatica que fragua el personaje maldito, transgresor, iconoclasta, revolucionario, tan aupado por la cultura de masas, las leyendas urbanas del rock y la contracultura mal entendida.


This is music por supuesto también es un recorrido musical, la banda sonora de una breve estancia en Barcelona. La música que se oye en los bares, en las calles, en las fiestas. La música de la que se habla por los artistas que visitan la ciudad. Es un recorrido por sus barrios, principalmente, por el Raval. Es también un debate literario y al final es un documental en progreso, una investigación. Al antagonista, Juanjo, Andrés lo conoce brevemente, pero luego lo 

diseccionará. Su pasado habrá de ser reconstruido por viejas amistades, su madre y una exnovia, y por el viejo amigo, Cristóbal, que a su vez revelará su propia faceta desconocida. This is music representa un duro enfrentamiento con el desengaño a través de la ficción y la literatura con mayúsculas.

Ernesto Escobar Ulloa