A modo de flashback el protagonista de Dinámica de los cuerpos eléctricos revive todo aquello que lo ha llevado a la víspera de su boda. Resurgen los fantasmas familiares de las tinieblas, así como la intensa relación con Wenses, en la que la amistad no excluyó escarceos sexuales que provocaron en su entorno y en la imaginación de su futura esposa, Charlene, serias dudas sobre su sexualidad. Una historia de conveniencias, de manipulación, de la importancia de las apariencias en la vida social de las clases privilegiadas, y sobre todo, una historia sobre lo que cuesta reconocer los errores del pasado.
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